• Inspección regular: Revisa tus paneles solares con regularidad para evaluar su nivel de suciedad. Busca acumulación de polvo, hojas, excrementos de aves u otros contaminantes en la superficie de los paneles.

• Factores locales: Si vives en una zona con lluvias frecuentes, estas pueden ayudar a limpiar los paneles de manera natural. Sin embargo, en áreas con lluvias escasas y alta concentración de polvo, es probable que necesites limpiarlos con mayor frecuencia.

• Programa de limpieza: Se recomienda limpiar los paneles solares al menos una o dos veces al año como parte del mantenimiento regular. Si notas una disminución significativa en la producción de energía, considera aumentar la frecuencia de limpieza.

• Seguridad ante todo: Antes de limpiar los paneles solares, asegúrate de desconectarlos y seguir todas las medidas de seguridad necesarias. No subas a techos o estructuras peligrosas sin el equipo adecuado. En superficies elevadas, utiliza guantes de goma, calzado antideslizante y, si es necesario, un arnés de seguridad.

• Métodos de limpieza: Para limpiar los paneles solares, usa agua limpia y una esponja suave o un cepillo de cerdas blandas. Es recomendable emplear productos específicos y evitar los productos químicos abrasivos o detergentes que puedan dañar el revestimiento de los paneles. Limpia con suavidad para evitar rayones en la superficie.

• Horario de limpieza: La mejor hora para limpiar los paneles solares es temprano por la mañana o al final de la tarde, cuando la temperatura de las placas no es muy alta. Esto evitará que el agua se evapore rápidamente.